Félix el Segoviano

El personal muy atento y amable, muy profesional. Pedimos sopa Castellana, muy buena, pulpo a la brasa genial, y una paletilla de cordero también muy buena. Hace años que no venía y solíamos ir al mesón de Ana, hemos aprendido que existen también otros restaurantes tan buenos y tan buena gente.
Por cierto la torrija de miel exquisita.
Muchas gracias por la atención.

Estaba lleno, tuvimos que esperar para poder sentarnos, pero mereció la pena, los picatostes estaban realmente ricos y el chocolate, con el frío que hacía fuera, nos sentó muy bien. Los camareros, rápidos, profesionales y muy agradables. Para la gente que había, nos trataron con atención.
No os quedéis sin probar sus picatostes. Yo volveré.

La atención exquisita, como las de antes, tratan con amabilidad y simpatía.
Éramos 11 y un perro y nos dejaron sentarnos en la terraza cubierta.
El chocolate riquísimo y los picatostes tremendos. Si que es cierto que si no sabes lo que es, sobretodo los niños son reacios pero una vez los prueban les encantan.
De precio bien.

Como siempre, el mejor de la zona.
El propio D. Félix muy atento y agradable, lo mismo que el resto del personal, buenos profesionales, simpáticos, trato inmejorable.
La comida, fantástica. Hoy pedimos 3 raciones, las croquetas de jamón de las mejores que he probado, la morcilla con piñones muy, muy buena, y la sopa castellana espectacular.
Las raciones son muy cumplidas.
Como siempre, te quedas con ganas de un postre, pero hay que guardar sitio para merendar los picatostes.
Después nos fuimos a dar una vuelta por el embalse y volvimos a por el chocolate con picatostes, puede que el precio sea un poco alto, (tampoco se pasa), pero en mi opinión, lo vale de sobra.
Cuando se da buena calidad, y buen servicio, me parece perfecto pagarlo.
He ido infinidad de veces, y seguiré yendo por muchos años.

Sitio de los de toda la vida. Hay que visitarlo al menos una vez para probar sus picatostes.

El local es de los que tienen solera, pero muy entrañable. Los camareros de diez, super atentos y amables. Un trato muy cercano. El dueño anda por ahí atento a todo lo que ocurre.

Fuimos a probar el producto estrella, la especialidad de la casa: el chocolate a la taza con picatostes. Super ricos, tienen pinta de tener unas cuantas calorías, pero se disfrutan mucho y están exquisitos.

Lugar a visitar aunque sea para probar los picatostes una vez en la vida.

Es un restaurante de tamaño mediano ya que tienen unas pocas mesas en la planta baja, la buena parte la tienen en la planta de arriba. Es un restaurante castizo, con muchísimas fotografías de tod@s l@s famos@s que pasaron por allí, personas importantes, etc con Félix el dueño del restaurante. Respecto a la comida, calidad-precio está bien, porque el precio puede ser algo elevado pero es de muy buena calidad y se come de maravilla. Pedimos, sopa castellana y cachopo para compartir y acabamos súper llenos, ambos platos muy ricos sobretodo la sopa muy sabrosa y contundente. Los camareros y Félix, muy atentos todo el rato que no te falte nada, que esté todo bien y te guste la comida. Luego a partir de las 18.00 fuimos a tomar los famosos picatostes y muy ricos también, son una mezcla de torrijas y leche frita, así que increíble. Por 1 café y 2 picatostes son 6€. El único inconveniente es que pedimos varias cosas de la carta y no las tenían disponibles, así que tuvimos que cambiar en varias ocasiones de parecer, eso no me gustó ya que antes pregunté si había algo que no tenían y me dijeron que todo excepto las tostas y resultó no ser así. En resumen, recomendado!! 😄

Muy buena comida, riquísimo la oreja, y el cachopo de morcilla, espectaculares.
El dueño nos saludo muy amable, con 86 años está estupendo, el personal muy bueno.

Auténtico bar español, los camareros son peculiares y muy graciosos.
Fuimos a merendar los picatostes con chocolates y riquísimos.
Habrá que volver para ver que tal la comida