Bar Los Arcos

Reservamos una paella en este bar para la casa rural que reservamos en el mismo pueblo y todo fueron facilidades. Nos la llevaron incluso hasta la casa a la hora que les habiamos dicho. 8 euros la racion y bastamte abundante ya que todos repetimos.
Estaba muy rica

Todo buenísimo y muy buena calidad!!!!

Pedimos 4 bebidas y nos ponen 1 cuenco con 6 aceitunas pedimos otra vez y nos ponen porque pedimos un pincho y nos dan 4 torreznos 4 contados. El futbolín está oxidado no se puede jugar y para picar algo muy mal

Felicitar al local y en especial al nuevo fichaje q tienen q nos ha echo sentirnos como en casa, como si fuéramos de su familia¡! Juntas profesionalidad, atención y amor y te llevas el mejor sabor del día. Volveremos¡¡!!

Una decepción. Cuando hemos llegado no había mucha gente, de hecho estaba una camarera sentada en la puerta fumando, y dentro dos camareros estaban en la barra sin hacer nada. Nos hemos sentado y hemos estado esperando pacientemente a que alguien nos atendiera. Después de 15 minutos y hartos de que nos ignoren, nos hemos levantado y hemos salido por la puerta. La sorpresa ha sido que los camareros no se han dado por aludidos y no se han molestado en salir detrás de nosotros para preguntarnos si queríamos tomar algo. No volveremos más.

Un buen vino y no caro, las tapas muy ricas.

Que casualidad que los tres últimos comentarios vienen del mismo grupo de personas... del mismo grupo de personas que en más de un bar del pueblo han pretendido irse SIN PAGAR alegando que la comida no estaba buena que no era lo que habían pedido. ( yo que estaba cenando con mi familia a lado de este grupo vimos como los platos salían llenos y entraban vacíos) creo yo que si algo está malo se dice en el momento no cuando uno acaba. Soy cliente habitual de este establecimiento y puedo constatar que lo que estas personas RAQUEL BARRA, SIXTO, PABLO AZNAR intentaron hacer el sábado noche fue una vergüenza. Solo hay que leer los demás comentarios y reseñas....

Fuimos a cenar 2 veces. La primera bien, aunque es un sitio un tanto angosto. La segunda vez mal. A pesar de que los precios de la comida son bajos y más o menos buenos, la higiene es desastrosa. También se fuma dentro del recinto, COSA QUE ES ILEGAL, y cuando hay fútbol se muestra la gran involución del ser humano, tuve que taparme los oídos por los gritos tan elevados. Los cubiertos sucios, las mesas y sillas sucias y pegajosas.
Es el típico bar de los pueblos perdidos de España donde se reúnen los machos del pueblo.
Lo bueno es que también tienen servicio a domicilio, con lo que no habría que aguantar algunas cosas...