Mesón Quiñones - Cuevas del murciélago

una joya maravillosa! nuestro camarero fue maravilloso, un hombre amable (que usaba anteojos, lo siento, no supimos su nombre) fue muy amable y paciente con nuestra familia, y amable con nuestro hijo pequeño. el vino de la casa es económico y encantador. Teníamos el menú fijo 1 y 4, ¡absolutamente delicioso! la terraza estaba cerrada pero nos permitieron sentarnos afuera para terminar nuestras bebidas. y pudimos mirar en la bodega, una experiencia preciosa! buenos precios, muy limpio y amable personal. gracias por invitarnos a nosotros y a nuestra familia hoy.

Una experiencia de 10, nos encantó este restaurante. Comida 100% casera y muy bien cocinada, estaba todo riquísimo: laa croquetas de jamón; los callos; el solomillo preparado a la brasa y al punto solicitado, algo poco común en Madrid; una pierna de cordero perfectamente asada. Hay raciones y también platos individuales de segundo. Atención perfecta, con camareros atentos en todo momento. Relación calidad-precio ideal en un sitio pintoresco, con las cubas de vino dominando la estancia. Muy recomendable.

El local en general y los comedores, son un espectáculo en sí mismos.

El trato del personal del comedor es realmente amable.

Mesas perfectamente vestidas de tela.

La cocina es su punto fuerte: La calidad de los productos es incuestionable, tanto el cochinillo, como la morcilla y los ajetes fritos, están realmente soberbios, con un punto y sabor espectaculares. La presentación es muy atractiva y la ejecución es sencillamente magnífica. Todo ello regado con un par de copas de ‘Trapisondero’, un estupendo vino de una bodega local y una frasquita de limoncillo al terminar.

El pan, muy, pero que muy bueno.

Flan casero muy rico.

Hay que destacar que todos los platos son suficientemente generosos en tamaño y cantidad.

Al dar finiquito a todas estas ricas viandas percibimos un profundo sentimiento de satisfacción y de haber cenado realmente bien, dando al traste con cualquier intento de dieta adelgazante.

El precio es bastante contenido para todo lo anteriormente descrito.

MUY RECOMENDABLE.

Aquí se come ESPECTACULAR. Y la simpatía de camareros/as genial también, sobre todo de Maricarmen. Las croquetas increíbles, las judías también. El solomillo también. La parrillada de 14€ muy buena opción si no tienes mucha hambre. Buenos vinos. Nos trataron genial y comimos súper bien. La única nota “mala”, que la tarta de queso no era tal, sino una mousse que sabía más a nata que a queso. Todo lo demás, de 10.
Hasta nos hicieron en el momento una salsa de pimienta que preguntamos si tenían. Increíble. Iremos muchas más veces.

Restaurante magnifico en todos los sentidos. Emplazamiento y decoración interior muy agradable muy acorde con el pueblo. Personal muy profesional y cercano, nos atendió y recomendó María Carmen muy bien. Grandes detalles por parte de la casa como aperitivo de entrada, chupito de limoncillo y pasta de despedida. La comida genial y calidad- precio muy buena. Sin duda volveremos.

Hemos estado hoy, comida tradicional de la meseta española muy bien cocinada. La sopa castellana y la sopa de cocido eran espectaculares. Las carnes estaban bien asadas, en su punto, la paletilla muy tierna, quizá algo falto de sal para mi gusto pero es personal. En resumen, buen lugar para repetir y con buena atención del personal. Te dan una bolsita de ajos como obsequio.

El menú infantil nada del otro mundo, las patatas no son naturales, son congeladas, probé un macarrón y no me gustó.El menú de adulto muy bien.Cogimos el de la pierna de cordero. Lo mejor las croquetas, estaban deliciosas.Estaba que se deshacía. Me dejaron cambiar el postre, la verdad es que nos fuimos llenísimos.Al final con la cuenta nos regalaron una malla con 2 ajos, todo un detallazo.

El lugar me gustó mucho por su decoración alrededor de la bodega de vinos que fue en el pasado. Un lugar super espacioso y típico de comida española. Hice un estudio de las opiniones de los restaurantes en Chinchón antes de ir con mis amigas y la verdad q este era el que tenía las opiniones más consistentes y los precios de los menus mejores, o sea, más asequibles. En el lugar la calidad no me defraudó. Muy buena la comida, la morcilla nos gustó mucho. Las carnes también. Si no comes mucho el cordero el lechal pueden ser mucho en cuanto a cantidad. Pedimos tarta de queso al final pero esta no es preferida ya que era la fría pero en tamaño estaba como para 4 raciones. El vino de la zona no fue el mejor pero estuvo bien también.La camarera que nos atendió genial. Yo si no dudas regresaría. Si el día es frío, escoge este lugar!