Restaurante Cabanel

Buen trato, comimos solomillo de ternera fuera de carta y entrecot. La carne muy sabrosa y bien hecha, acompañada de patatas y pimiento. Sal de escamas.
Ración de pimientos bien cargada. Tienen café bombón.

Estábamos dando un paseo en la playa y encontramos este lugar que era uno de los pocos que abre temprano! Tomamos de desayuno un croissant y una tostada, las raciones eran buenas, adicionalmente con el café y el té (que eran tazas bastante grandes) te traían un pedazo de bizcocho. Las vistas del lugar son muy bellas y relajantes, hacia la playa

Sitio espectacular para comer. Tanto por las vistas, como por la calidad de la comida y la atención de su personal. Todo buenísimo y una estupenda relación calidad-precio. Muy recomendable.

Situado en un entorno precioso, da la oportunidad de desayunar, comer, cenar o simplemente tomar algo mientras se disfruta de maravillosas vistas al mar.
La comida y bebida muy bien, de acorde a los precios.

Parada muy muy recomendable en el camino a Fisterra, para comer una lubina a la brasa espectacular a precio razonable y de máxima calidad. El personal impecable, servicio rápido y muy atentos.

Empezaré por decir que hicimos una escapada a Santiago de Compostela y alquilamos un coche para ver más lugares y nos han encantado todos y hemos coincidido con personas muy amables pero lo que nos pasó en este restaurante lo vamos a dejar en una anécdota para recordar y reírnos.
Llevábamos desde temprano en el coche visitando lugares y habíamos hecho una parada para tomar café pero ya eran cerca de las 16:00 y necesitamos un descanso, en la zona del puerto de Finisterre todo estaba cerrado o la cocina por hacerlo así que en una gasolinera cercana nos recomendaron este lugar y ahí fuimos.
La zona muy bonita y al ser finales de enero pues con poquita gente.
El restaurante bien, de costa pero para como nos trataron parecía que fuera un 5 estrellas Michelin
La camarera nos ubicó en una zona cercana a la terraza aunque no nos importó ya que estaba tranquilo y realmente solo queríamos picar algo y seguir viaje.
Pedimos las bebidas, un agua grande y dos cervezas , he de decir que éramos 5 pero uno de nosotros no iba a comer , con lo cual para el caso eramos cuatro.
Pedimos una empanada, uno de croquetas y un churrasco de ternera y ....
_Eso? Pero eso es uno para cada uno
_No, solo queremos picar
_Eso no os da ni para empezar
_Bueno si tenemos hambre ya pedimos otra cosa
_No, no, ya que voy a cocina pido y eso no es nada

Y así siguió el "dialogo" que no era tal porque nosotros sabíamos lo que queríamos y no había manera. Además nos hizo sentir como unos indigentes a los que les hacía el favor de dejarles comer las sobras.
Mirad muy mal pero muy muy mal.
Desde luego no volveremos nunca ni lo recomendaremos.
Debo decir que la empanada aunque fría de nevera estaba buena , las croquetas sin más y el churrasco pura grasa un mordisquito de carne.
Con esta actitud tan violenta y acosadora no creo que les vaya muy bien.
Un consejo para evitar la incomoda situación que nosotros vivimos sería por ejemplo poner un cartel en el cual se indique el mínimo individual por comanda que el restaurante requiere.

Pedimos croquetas de pulpo, percebes, merluza a la galleta y churrasco de ternera. Estaba todo muy bueno.
No tuvimos suerte de comer en la terraza, quizás porque llegamos sin reserva.
Buen restaurante

Fuimos a cenar 4 personasl y pedimos lubina por las recomendaciones que nos habían hecho. La realizad es que nos trajeron cos lubinas, la primera que olía a vinagre que que hace pensar que querían disimular algun posible mal sabor (nunca había comido una lubina que llevase vinagre) y la segunda seca demasidado hecha.
El precio no puedo juzgar puesto que depende del precio de mercado pero, 190 € por dos lubinas, un raccion de zamburiña otra de croquetas una botella de godello y dos postres.