A Casa da Henriqueta

Llegamos a las 14:00 sin reserva probando suerte para ver si podíamos comer, tuvimos suerte y nos prepararon rápidamente una mesa con buenas vistas, pedimos croquetas de ibérico de primero y arroz de marisco de segundo, las croquetas impresionantes, realmente muy buenas, el arroz le faltaba algo de (fondo) lo comentamos con el encargado sin problema, volveremos

Vista espectacular desde el jardín, fresca y deliciosa comida, para cerrar tragos típicos y una variedad de postres para compartir. Los precios muy asequibles y no solo se paga por lo que se consume sino por la agradable atención y relajante ambiente.

Cenamos allí y no estuvo mal. La relación calidad precio está bien y el lugar es acogedor, sobre todo en la terraza si hace buen tiempo.
Sólo le pongo 3 estrellas porque, aunque accidentalmente, vertieron la salsa de los mejillones a la vinagreta al servirlos y ni siquiera se preocuparon por el vestido de mi pareja que se había manchado. No hubiera estado mal unas disculpas y una solución.

Le doy 5 estrellas por el potencial del lugar pero la verdad es que la experiencia no ha sido tal. Un poco desorganizados. Solo uno para comandar pero él hacia labores que hacían los camareros y al final no comandaba...mientras los camareros iban haciendo de camareros. Luego vino otra chica a comandar pero tomó los postres de la mesa del lado pero no los nuestros. Local bien, entorno, comida pasable,...pero algo desorganizado.
Ya lo leí en otra reseña por parte del propietario: Si no se da con tantas mesas se cogen menos.

Pedimos mejillones al vapor, revuelto de cangrejo, calamares y zorza. Todo estaba buenísimo. Además, el sitio es muy bonito, con buenas vistas al monasterio.

Hemos comido muy a gusto en su jardín y el personal nos ha parecido muy amable y atento. A tener en cuenta, que yo al menos no lo sabía, que si quieres comer un arroz lo tienes que encargar el día anterior, si no, al menos en fin de semana no te lo pueden ofrecer. En nuestro caso pedimos zamburiñas (ricas y ración generosa) pulpo a la brasa con pimientos muy ricos y una tortilla de patatas que no estaba mal, pero destacaba menos. El punto de mejora en este caso, que nos sacaron las 3 cosas a la vez y normalmente se agradece que te vayan sacando poco a poco. Su tarta de queso fría estaba rica también, y la cuenta fue unos 54 euros, lo que nos pareció un precio asequible. Por poner una pega y para reflexión de sus dueños, actualmente comer en terraza es más un acto de responsabilidad que un capricho, por lo que cobrar suplemento en los platos por comer en terraza está a mi entender un poco fuera de lugar, pero es opinión personal.

Sitio precioso y comida increíble. El tartar de atún está espectacular. La tarta de zanahoria una de las mejores que probé en mi vida. El personal muy amable y los precios muy razonables. Volveremos sin duda.

Restaurante en el pueblo de Oia Pontevedra. Muy buen marisco, muy buena atención y la terraza es espectacular sobre todo por la noche iluminada y frente al monasterio