Restaurante Taperia Bona Vida

Muy bueno todo pero pedimos unas bravas para compartir y nos sugirieron saquitos. Pensabamos era un plato con seis saquitos equivalente a unas bravas. Cual fue la sorpresa cuando al final sacaron los saquitos y eran seis platos individuales. Pienso hubiera sido mas correcto decir que iban a sacar seis platos individuales. Nos sentimos decepcionadas y siendo todo muy bueno nos llevamos mal sabor de boca

Increíble.

Lo recomendaría una y mil veces , fuimos 57 personas y 9 niños, cerró el local exclusivamente para nosotros , la comida fue de una calidad exquisita , todos y cada uno de los invitados salieron encantados .

Cristina fue muy flexible con todo lo que yo iba cambiando o añadiendo, ayudó con la decoración de las mesas para que estuviera a nuestro gusto.

GRACIAS!!

Ha sido un placer ,sin duda la siguiente celebración será contigo !!

La comida está muy rica y son raciones con cantidad.

No pongo 0 estrellas porque no hay. Atraco a mano armada calidad-precio. Trato pésimo con malas maneras. Las bravas son patatas chips cortadas en mini trozos y las lágrimas de pollo con un adobo raro y salsa de naranja que no sabe a nada. Hay una señora con pelo rizado, coleta y rubia que parece la jefa, deberías tratar mejor a los camareros y a los clientes, esa es la esencia de un negocio generar un buen ambiente y no con gritos como lo hiciste. Lo mejor de este bar es un camarero rapado que es bastante simpático. Por todo la demás no volveremos ni lo recomendaremos a nadie.

Precio desorbitado (25 euros por una ración de calamares que no valia ni la mitad, 4'50 por un vermut de garrafón horrible). No hay información sobre los precios por ningún lado. Trato poco amable, desagradable a veces, y para nada atento. De vergüenza, nos sentimos estafados. Para olvidar.

No entiendo como un sitio que tenia raciones considerables y buen precio, ha cambiado, el precio ha subido ,se olvidan de servirte parte de la comanda, te quieren cobrar lo que no te han servido, y tanto cocinero como camarera, no han estado a la altura de las espectativas.
Quiero creer que todos tenemos días malos

La comida está bien, el servicio bastante atropellado pero ok. El problema son los precios. "Tanques" de cerveza con la misma cantidad que una caña pero a precio superior, pedir un limoncello y que te saquen un copón por el que te cobran 4'5, etc. Ah, y aún sigo preguntándome de dónde venía el calamar (rebozado y con pimientos) para valer 25€ el plato.
No creo que vuelva.

El local es muy acogedor para cenas íntimas. Fuimos a cenar y de la carta, no servían los bocadillos y faltaban algunos platos.

Sin embargo, todo lo que nos pedimos estaba muy bueno y todo casero. Sin duda, volveremos.