Cueva de la Lobera

El Santuario Ibérico de la Cueva de la Lobera fue un centro de culto de la población ibera del Alto Guadalquivir, de los oretanos, entre los siglos IV y III a.C. En este yacimiento se encontraron numerosos exvotos ibéricos (conocidos como “muñecos”). El santuario fue construido sobre una cornisa rocosa formada por varias cuevas naturales. El núcleo central corresponde a la Cueva de la Lobera, que se hallaba próxima a dos manantiales, la Fuente del Caño y la del Cotillo. La mayor de las cuevas, denominada Caverna del Ídolo, contaba con una explanada artificial de ciento setenta metros donde se reunirían los fieles para adorar a las divinidades iberas.

Santuario Ibero, cerca de Castellar.
Es fácil de realizar la ruta, apenas 4 km de ida y vuelta, todo llano hasta subir donde está la cueva.
Sitio lleno de encanto.

Es un lugar único, un santuario íbero que delimitaba el área administrativa de la ciudad de Cástulo. En un extremo del territorio que controlaba se encuentra este monumento natural y religioso al que acudían inmemorialmente los iberos para llevar sus ofrendas en forma de esvotos. Un lugar mágico sobre todo en los solsticios cuando la luz del sol penetra al atardecer en sus cuevas. Las puestas de son en este lugar son preciosas.

Lo más interesante para mí de este lugar es que fue un santuario ibero y tiene como cierta magia y se siente uno muy bien allí.
Es un lugar especial donde,si te detienes a sentir,comprendes porque lo valoraron como sagrado las gentes que habitaron su entorno desde tiempos anteriores a los romanos.

Muy corto pero recomendable. Está bien cuidado, así que una de dos: o la gente respeta o va poca gente (lo cual sería mejor para que no se deteriorara).
Es un sendero que en ida y vuelta se hace en una media hora parándose a leer los carteles y a buen ritmo.

Precioso santuario Ibero, en el pueblo de Castellar se encuentran parte de los exvotos encontrados en el mismo, muy muy recomendable.

El lugar es mágico y precioso, pero debería de haber flechas o señalizaciones a lo largo de todo el recorrido para no andar jugando a las adivinanzas para ver por dónde hasta dar con la cueva. Quién venga de lejos y no conozca la zona de nada podría perderse.

Interesante lugar. Los niños se lo han pasado pipa.