Posada del Río Carbo

Increíble, O te enamoras o no.
Lugar muy pintoresco, en mitad de la naturaleza, pasa por la posada Gr 7.
El río Carbo con sus pozas y la cascada sitios ideal para pegarte un chapuzón.
Para llegar a la Posada es un camino estrecho, no os preocupéis llega a la Posada.
Los anfitriones de la posada encantadores..y que decir de la comida.. todo productos de la huerta ..buenísimo todo .
Espectacular!!! No hay más.
Y la buena compañía de Loba y Bambú..
Como en casa!!!

Lugar para desconectar, una paz tremenda en un entorno de naturaleza pura.

La Posada la regenta una familia muy agradable, cercana pero no intrusiva.

La arquitectura y reforma de esta antigua Masía es única, saltándose los estándares "actuales" de decoración.

Respecto a las comidas, decir que son totalmente caseras, abasteciéndose de productos de temporada, casi todos cultivados allí.

Sencillez y tranquilidad.

Recomendable para personas que aprecien la belleza de lo natural, sin "emboltorios".

Lugar precioso y experiencia inolvidable. Pedro y su familia son maravillosos, te hacen sentir como uno más. La masía, reconstruida x Pedro refleja su sensibilidad y su amor en cada detalle. Comida casera deliciosa. Y cómo no, Bambú, su perro guía acaban por enamorarte. Recomendable 100%.

Gratitud mil para Mónica.
Sin estar alojados nos atendió de maravilla, nos indicó el camino y nos dejó disfrutar de su Posada totalmente rodeada de entorno natural, relajante, acogedor y muy romántico.
Ideal para descansar y desconectar.
Esta vez íbamos con niños, pero volveremos para disfrutar de tu paraíso.
Saludos Carmen y Miguel Ángel, desde Murcia.
Eres maravillosa!

La posada está situada en un entorno precioso y tranquilo, hay una ruta muy accesible hasta una cascada muy recomendable, los guías (Bambú y Loba) son estupendos :).
Los anfitriones son muy atentos y la comida es estupenda. Si lo que buscas es desconectar este lugar es tu sitio.

Imprescindible venir a ver y alojarse a este lugar con tanto encanto. Los dueños encantadores, amables y muy familiares. La comida, ewpectacular, casera y con mucho gusto. Las habitaciones, cómodas, limpias y grandes. Es un sitio de ensueño, con decoración particular, exclusiva y muy original.

Hemos estado con la familia estas fiestas. La posada en si es una maravilla . Apartada del caos, en el bosque y cerca Del Río. Cada esquina refleja el amor con la que ha sido construida. Todos ellos, un gran equipo, unos anfitriones estupendos. La comida exquisita y los parajes hermosos. Un perro guía que es la Estrella indiscutida. Además, precios honrados. No se le puede pedir más, exceptuando tener más días para quedar allí! Esperamos volver más veces!

Cuando una persona invierte 14 años de su vida en desarrollar una idea personal arquitectónica, respetable con la naturaleza, y con un personal estilo, es admirable. Pedro ha creado su personal universo como un refugio donde no faltan los detalles de originalidad. Es lamentable la falta de apoyo del Ayuntamiento para dar solución al difícil tramo final del camino, para ambas casas rurales del lugar. Toda la familia colabora en el proyecto de atender la posada.