Hotel Cortijo Las Piletas

Es un lugar extraordinario para descansar.
Todo lo contrario a esos hoteles masificados y ruidosos.
La atención es inmejorable.
La habitación muy amplia, comodísima y super limpia, con un aire acondicionado individual que funciona muy bien.
El desayuno muy adecuado y en un entorno ideal.
La cena, los días que hay, sencillamente espectacular, no te la puedes perder.
La piscina todo un lujo,la mayor parte del tiempo será solo para ti. Además tiene hamacas y sombrillas de sobra.
Por la noche no se oye ni una mosca.
En resumen, todo un lujo, y un remanso de paz y tranquilidad que no debes de perderte.
Nosotros repetiremos.

Lugar ideal para desconectar, en medio del campo rondeño. Precioso, la dueña encantadora, muy bien la limpieza y la decoración. Volveré sin duda.

Si quieres desconectar 100% este lugar es el ideal, naturaleza a cualquier lado que veas, la atención inmejorable siempre disponibles. De repetir seguro

Habitación para familia estupenda, dos unidas por dentro que nos dio mucha libertad y comodidad. Todo muy limpio. Trato amable y decorado muy acogedor.
La recepción fue genial con detalles e información sobre la zona y visitas más interesantes.
La piscina nos salvó de la ola de calor y nos pudimos refrescar muy bien en las horas centrales.
Parking con sombra y aire acondicionado funciona correcto.

Hotel rural muy tranquilo en una zona cerca de lugares tan interesantes como Ronda, Zahara de la Sierra, Grazalema, Cueva de la Pileta y otros pueblos que hay alrededor. Como hotel es muy cómodo y tiene buena atención y servicio. Tiene también piscina con vistas al campo y servicio de cenas con reserva anticipada. Lo recomiendo si buscas algo diferente a turismo de playa y ruido. Un saludo a todo el personal del hotel que hicieron de nuestra estancia algo muy agradable.

Maravillosa escapada, enclave 100% recomendable, fuimos en familia en el puente del Pilar y todo estupendo. Un cortijo especial para sentirse como en casa. La habitación perfectamente limpia y perfecta, con una zona arriba para los niños y abajo la cama de matrimonio y una salita de estar. Los desayunos fabuloso, preparados con mucho mimo. Eli pendiente de nosotros en todo momento, Pablo también y Ana, disponible para ayudarnos en todo. Kai, su perrito London está lleno de alegría. Hicimos varias excursiones: la cueva del hundidero, la cueva del gato, los pueblos blancos y Juzcar, el pueblo azul de los pitufos. Encantados con la escapada. Recomendamos!

Un sitio estupendo para desconectar unos días en plena naturaleza, Elisenda muy simpática y atenta a todo.

La habitación estupenda y la piscina perfecta para los días de calor.

Cenamos en el patio y todo estuvo perfecto, la recomendación del albariño un acierto, el cordero buenísimo, y los postres espectaculares.

Sin duda volveremos, gracias por todo

Un lugar tranquilo, muy buen servicio, atención y desayuno.