Hotel Rural Casa Peleyón

Sitio estupendo, muy acogedor y la dueña es encantadora. El desayuno es una maravilla con productos caseros como los croissants y la tarta de maíz. Las habitaciones están cuidadas al detalle y la chimenea de la sala común hace este hotel rural más acogedor si cabe! Repetiremos!

El sitio es precioso, un pajar restaurado con un gusto exquisito. El trato de la anfitriona maravilloso. Nos dió explicaciones del origen de la casa y su reforma y nos aconsejo sobre los lugares a visitar. Ponen un desayuno con repostería casera y muy variado. Te hace el zumo natural en el momento. Totalmente recomendable

Una estancia de 10 y un gran descubrimiento. Todo ha sido perfecto: la casa, habitación, en salón con su chimenea, cuidando al máximo los detalles, un desayuno del que hemos disfrutado muchísimo…y en trato de Angeles impresionante. Enhorabuena!!!
Repetiremos seguro.

El hotel precioso. Limpieza, atención y desayuno de 10. Pero aún quedaba lo mejor.... Su dueña. Ángeles es una señora maravillosa, cálida, educadisima, con esa vida tan increíble y ese acento que te envuelve, heredado de su abuela francesa y por si todo esto fuese poco, es la reina de los croissant y la tarta de maiz y caramelo..... Muchas gracias por la hospitalidad y espero volver muy pronto.

Estuvimos a finales de mayo. Todo fue maravilloso, desde la casa a, sobre todo, la atención de Ángeles. Y el desayuno es para tenerlo muy en cuenta, productos caseros y locales para no parar de comer.

Excelente el alojamiento sus jardines sus habitaciones el desayuno espectacular sobre todo y por encima de todo la atención profesionalidad y amabilidad de su propietaria Ángeles.
Casa Peleyón es un alojamiento excelente donde se miman todos los detalles siendo de una alta calidad.
Las habitaciones y el salón son un gran ejemplo de las casonas asturianas el desayuno es espectacular con productos caseros de km 0 y la hospitalidad y atención de su dueña que atiende directamente el negocio es un valor añadido excepcional.

Un lugar inolvidable al que siempre querrás volver, la casa preciosa cuidada hasta el último detalle y el trato inmejorable. Sus jardines y los alrededores para perderse en ellos. Totalmente recomendable.

La atención de la dueña junto con el entorno y él delicioso desayuno que tenía preparado hizo que nuestro camino de Santigo descubriese otro sitio para volver…. 100%recomendable!!