Valbusenda Hotel Bodega & Spa

Estuvimos este fin de semana y no pudimos elegir un sitio mejor para relajarnos.
A la llegada las chicas de recepción te atienden muy amablemente, para pasar después a la habitación que estaba súper limpia y ordenada.
Hicimos el circuito de spa del que salimos muy relajados.
El desayuno fenomenal,me pareció de muy buena calidad.
Sin duda lo recomiendo y volveremos seguro!

De pena... Estuvimos en una boda y todo eran detalles negativos nada esperables de un 5 estrellas.
Para empezar: el cóctel. Césped encharcado y todo el tiempo al sol, apenas había un par de carpas para todos los invitados. Preguntabas a los camareros qué llevaban los pinchos y no te sabían explicar, ninguno me trajo nada sin lactosa (cuando estaba pedido). Además, los baños están a la vuelta del hotel, no tienen nada accesible.
Para seguir: la comida. Lenta, había que pedir varias veces a los camareros que nos sirvieran la bebida, tras alguna contestación fuera de tono (demasiado camarero nuevo y sin experiencia). Mi menú era especial y tuve que estar diciendo plato tras plato que me pusieran sin lactosa, o sea que comía cuando mi mesa ya había acabado. Me puse mala y me he enterado después de que mi menú contratado era completamente diferente a lo que me estaban trayendo... Indecente.
Para terminar: la barra y el baile. Servicio lento y con malas contestaciones. Había que pedir varias veces para que te sirvieran, algunos camareros te serbian cubatas hasta la mitad y otros ni siquiera veías el alcohol, sin término medio. Además, en el jardín trasero hay una zanja antes de la valla super peligrosa por la que cualquiera se puede resbalar y caer, ya que no se ve y el césped está encharcado y desliza fácilmente hacia la caída. Super peligroso.

Hablando del tema he oído que no es la única boda en la que esto ocurre, por lo que creo necesario y urgente tomar medidas y dar un servicio real de un 5 estrellas, que es lo que se paga.

Hotel bonito y cómodo con detalles muy cuidados. La habitación es grande y cómoda, el desayuno muy bueno y el spa es una gozada de relax. Nos encantó la bodega. Hicimos una visita con Miguel y fue lo mejor. Nos contó curiosidades que no conocíamos y la conversación en la cata fue muy interesante. Ha sido un finde muy completo, nos lo hemos pasado muy bien.

Ubicado enpleno corazón de la región vinícola de Toro, en un entorno de enorme tranquilidad y amplias vistas.
Excelentes el ambiente, las habitaciones, el entorno, sin dificultad alguna para aparcar (tanto dentro como fuera del hotel).
El desayuno excelente también, así como las opciones para poder cenar o comer en el elegante Lobby o el restaurante Nube.
Dispone de un gimnasio sencillo pero bastante completo y agradable.
El Spa, muy completo, de buen diseño, merece la pena probarlo.
La atención del personal ha sido también excelente y atenta a nuestras necesidades en todo momento: enhorabuena.
Una parada de 5 estrellas que recomendamos, a unos 25 de Zamora, y apenas 15-20 minutos de la mayor parte de pueblos y bodegas de esa región.
P. D. No es necesario el hilo musical navideño durante toooodo el día, y menos en el lobby: algo sencillo de fondo tipo piano, jazz, o similar,más que suficiente.
Y se agradece que no haya la típica TV colectiva en ese espacio, que es ideal para mantener reuniones o charlar de manera distendida.

He estado a principio de mes en una boda, todo lo que prepararon los novios por su cuenta de cine, el resto un desastre.
El picoteo en una solana insoportable, los platos de jamon y pulpo los tuvimos que ir a buscar nosotros.
No habia servicio de guarda ropa.
En la discoteca hubo guardarropa por que lo pusieron los novios.
Sufrimos un robo, y la respuesta fue: el guardarropa es cosa de los novios nosotros no tenemos nada que ver.
Si sales de la discoteca, cuidado igual te atropella un cliente del hotel, por que tienen que pasar por todo el medio.
La comida... pues nada del otro mundo, una lubina seca con percebes sin pelar que no aportaban nada al plato.
No recomendable si quieres que tus invitados esten bien atendidos y disfruten.
Lo único que salvo es a los camareros currantes que no les dejaban ni hacer su trabajo.
Por cierto, primera vez en mi vida que en una boda me quitan las copas de vino de la mesa en mitad de la boda, para tomar el tinto (de andar por casa) el camarero tuvo que volver a buscar la copa que le habían mandado quitar 10 minutos antes.

Un sitio estupendo, buenos vinos, bien cuidado, la piscina genial aunque algo fría en septiembre, el spa un poco pequeño para mi gusto. El restaurante la nube muy bien, aunque le hace falta más variedad en la carta.

Después de visitar todos los hoteles y espacios habilitados en Zamora para enventos,mi hermana y mi cuñado decidieron hacer su boda allí,y la decepción que se llevaron ellos,y el resto de invitados fue descomunal.
Cuando se contrata un evento de más de 25000€ hay detalles y fallos que un hotel de esta categoría no puede permitirse.
Podría decir mil detalles pero no acabaría nunca esta reseña,por mencionar algunos:
Los camareros tanto del coctail como del banquete eran chicos jóvenes,acabados de contratar,que no sabían por dónde andaban ,no se compenetraban entre ellos,mál hablados y con unas confianzas respecto a los comensales que no procedían en ese momento.No sabían donde se colocaban las personas que tenían alguna alergia y/o intolerancia,los comensales tenían que preguntar en cada plato si el alimento en cuestión tenía algún ingrediente que les pudiera hacer daño,por no mencionar que el menú que estaba contratado para esas personas no se correspondió con lo que les pusieron.A los niños le ponían el menú de adultos,al de adultos el de niños…en definitiva,un desastre.
Durante la barra libre contratada (35€ pax)había que esperar 20 minutos para que sirvieran las copas,escasos camareros y copas con menos de un dedo de alcohol,amortizarla el hotel la amortizo bien,si.Y un cuarto de hora antes de la hora de cerrar no tenían agua ni para la gente mayor.Por no decir que los camareros se servían delante de los clientes las copas que se estaban tomando.
El emplazamiento a oscuras,una noche espléndida y sin poder salir al exterior porque estaba todo en penumbra,de hecho hubo un percance con dos personas que se cayeron en una zanja de un jardín que no estaba señalizada ni vallada,no quisieron denunciar,pero bien le había venido.Mucho hotel,mucha categoría pero poco gasto en luces.
Podría seguir diciendo muchas más cosas pero no quiero extenderme,después de ese día hablando con más gente,no fuimos los primeros que pagamos la novatada por lo que animo a la gente que se ha sentido estafada como nosotros a qué compartan sus experiencias y de una vez por todas estos lugares no se lucren a costa de los demás.

Sin lugar a dudas ellos contribuyeron a que nuestro día fuera especial.
Desde un principio estábamos buscando un lugar que tuviera un espacio exterior para realizar el cóctel y un salón para el banquete.
Contactamos con Marta, quien desde un principio nos asesoró y ayudo para que nuestro día fuera inolvidable (adaptándose en todo momentos a nuestras peticiones y deseos).
Marta tuvo una paciencia infinita con nosotros, respondiendo a nuestros largos correos y llamadas telefónicas, siempre con amabilidad y una sonrisa en su cara.
Valbusenda es precioso y nuestros invitados quedaron encantados. Es más, tuvimos la suerte de contar con un paisaje espectacular, los campos de girasoles y la lavanda florecida. Era una auténtica pasada disfrutar del cóctel con esas vistas.
Otro punto fuerte fue que el salón está perfectamente climatizado, algo de agradecer en días calurosos como en el que se desarrolló nuestra boda.
¿La comida? la calidad de los platos, tanto en el cóctel como en el banquete fue similar a la de la prueba del menú, de 10. Nuestros invitados disfrutaron de una boda en la que convivieron de principio a fin el baile con la comida.
La fiesta fue una pasada también. El Dj amenizó hasta el final de la noche eligiendo acertadamente los temas.
Después de nuestra boda nos hemos dado cuenta de que es necesario elegir a los proveedores cuidadosamente ya que en nuestro caso valoramos el trato cercano de la persona responsable de la organización, su profesionalidad y empatía. Marta como el resto del personal de Valbusenda cumplió con creces lo que estábamos buscando.