Hotel Restaurant Can Batiste

Hotel muy limpio, habitaciones amplias y ubicado en un lugar tranquilo y sin ruido.
Personal muy amable y el desayuno bueno, abundante y de calidad.
Además, pudimos aparcar en la misma puerta en todo momento en pleno agosto.

Experiencia fantástica. El hotel muy cómodo y agradable. Habitaciones muy limpias y colchones súper cómodos. El personal fantástico. Cogimos media pensión. Tenía pensado cenar algún día fuera, y me comentaron que avisando sin problema pero el menú de esta media pensión fantástico. Cenamos todas las noches allí. La comida excelente, el trato de todo el personal, limpieza, metre, camareros y todo el equipo sublime. Sin palabras. 100% recomendable sin dudarlo. Repetiremos seguro.

Hotel muy acogedor, limpio y buena atención. Recomendable, la única pega, aunque no destacable es el desayuno que, a mi juicio, debería tener más variedad de alimentos. Pero genial en líneas generales.

Solo hemos estado en el restaurante.
Nos lo han recomendado y no nos ha defraudado. Ambiente bueno, tranquilo, limpio y muy agradable.
La atención del personal de 10.
La comida estupenda y en la cantidad justa para saborearla bien.
Vinos de la zona que le dan más puntos.
La relación calidad precio correcta.
Sin duda recomendable

Sólo lo utilizamos para comer y como restaurante, para mí, y tiene un 9,95, porque la perfección no existe. En serio, una comida autóctona inmejorable con una calidad excepcional, con una atención al cliente excelente y precios muy proporcionados a la oferta de sus servicios. Un lugar al que debes ir a comer en San Carles de la Rápita.

Acabamos de comer un arroz Mal mezclado. Había zonas oscuras, supuestamente por el fumet, super saladas. Incomible. Lo he comentado al camarero. Pero nos han cobrado igualmente. El arroz con leche era más bien leche con arroz. Una lastima

Estuve alojado unos dias por motivos de trabajo y me he llevado una muy grata impresion de este hotel familiar, habitaciones confortables, un buen restaurante y una amable atencion. Me alegra ver que aun quedan establecimientos asi, de una familia, ese esmero en el detalle es dificil de encontrar de otra manera a no ser que quieras gastarte un dineral. En definitiva un sitio estupendo para conocer el delta del Ebro. Inolvidable el tomate del Perelló relleno de anguila ahumada sobre lecho de ajo blanco.

Fue una visita fabulosa, llegamos el día 24 de noche buena y la atención es formidable la habitación genial volveremos y además comeremos que lo tenían todo lleno. Un saludo familia. Desde Sabadell.