La terraza del profe

Terraza en el centro de la ciudad vieja, en plena plaza de Azcárraga, donde estar muy a gusto tomando unas ricas y generosas tapas de raxo (¡una sartén es una tapa!).
Los chipirones a la plancha estaban exquisitos. Cuando el pan esté a la altura de la comida le podré poner 5 estrellas.

Un lugar maravilloso que descubrimos por casualidad. La terraza preciosa y agradable. El trato del personal inmejorable y las tapas, uf... de lo mejor. Estupenda relación calidad precio. Lo recomiendo al 100x100...

Una estafa. La tapa de chipirones vino tal cual en la foto, 3,5€ por 3 chipirones gomosos con 4 patatas. Los calamares incomibles, a medio rebozar y duros como piedras. Nos fuimos sin comer

Buen sitio para comer o cenar, los platos estan muy buenos, el único problema es que tardan bastante en servir los platos y en atenderte y tienes que acercarte tu a la barra.

El baño es una pesadilla, puertas rotas, asqueroso y el camarero mamado o emporrado no ayuda al ambiente, pegando gritos. Nos dijo que cómo éramos cinco, molestábamos tomando café y nos cambio de mesa.

Muy amables y todo super rico, las tapas son enormes y baratas. Muy recomendable la tortilla estaba buenisima

Trato y servicio muy mejorables. En la terraza había 4 mesas ocupadas. Nos acercamos a la barra 5 personas y la camarera nos pide que esperemos antes de saber qué queremos. Unos 5 minutos más tarde nos atiende. Queremos comer de menú del día, anunciado fuera por 11 euros. El local está vacío y nos invita a sentarnos donde queramos. Hay una tv con reguetón y una pila de barriles y botellines hasta el techo a la vista al fondo del local. Como medio menú cuesta 9 euros, aunque vamos con 2 niños pequeños, pedimos los 5 menús completos. Nos anota el pedido. Acabamos el primer plato y tenemos que reclamar que nos sirvan las bebidas. Había olvidado lo que era o perdido la nota. La comida está pasable por el precio (hemos pedido ensaladilla, albóndigas, milanesa y calamares); positivo es que en los segundos se puede elegir acompañar de patatas o ensalada, que la bebida inclye refresco, y que el postre se puede intercambiar por café, que aunque era de máquina (comprobado), el sabor se parece mucho al del Nescafé. El aseo de señoras tiene jabón, papel y cambiador de bebés, pero la cisterna está rota. Durante la comida, oímos 2 veces estruendo por rotura de vajilla.

Situado en todo el centro de la ciudad antigua en una plaza muy agradable. Comida abundante de calidad y a un precio muy barato, el servicio muy atento.
Para repetir seguro